Adoración de los Reyes Magos, Diego Velázquez

Ahora que estamos centrados en la festividad navideña, desde Charlarte aprovechamos para hablarles de una obra del genio sevillano Diego Velázquez centrada en un mágico momento. Concretamente es la obra titulada Adoración de los Reyes Magos. Es una obra que a pesar de representar una escena profundamente religiosa, está marcada por un carácter popular debido a la inclusión de personajes en los cuales vemos reflejados a la sociedad española de la época.

Adoración de los Magos, Diego Velázquez, 1619, Museo del Prado.

Las personas que inspiran y sirven de modelos para los protagonistas, podrían ser precisamente exclavos negros de la época en el caso de Baltasar, o tanto los Reyes Melchor y Gaspar como José no muestran atisbo de riqueza y ostentación propia de algunas representaciones de la divinidad, sino de elementos más mundanos; además de portar ropajes en los que los coetáneos de Velázquez se sentirían totalmente representados. Estos aspectos son una manera de acercar estas escenas tan arraigadas en la tradición religiosa al pueblo que las observa. Es una democratización bastante evidente de las escenas, las cuales catequizan al pueblo haciéndolos sentirse identificados.

En esta obra vemos representados como no podía ser de otra manera a los personajes principales de este bello momento. La Virgen María aparece sujentando al esperado Mesías, el cual se presenta totalmente despierto y sonriente.

Detalle Virgen María y niño Jesús, Adoración de los Magos, Diego Velázquez, 1619, Museo del Prado.

Junto a ella observamos a San José, el cual la mira fijamente. María tiene un semblante serio y un manera de estar que le aporta un caracter regio y  divino. A la derecha del cuadro, aparecen los tres reyes portando oro, incienso y mirra.

Detalle San José, Adoración de los Magos, Diego Velázquez, 1619, Museo del Prado.

Como marca la tradición, observamos a Melchor colocado en el medio del conjunto de los reyes. Velázquez lo representa con una barba canosa testigo de su edad. A su derecha, encontramos a Gaspar, el cual muestra un rostro lleno de juventud. Y por último, vemos a Baltasar, rey de tez negra. Observamos tras ellos a un curioso espectador que mira fijamente al niño Jesús.

Detalle Reyes Magos, Adoración de los Magos, Diego Velázquez, 1619, Museo del Prado.

Jesús brilla en su totalidad, desde su rostro hasta la manta que le da calor. La luz reflejada en la escena de la Sagrada Familia porta un claro tenebrismo. Mientras que la luz en la parte derecha del lienzo, está marcada por el protagonismo de los Reyes Magos, los cuales contrastan con un paisaje que atardece.

Detalle paisaje, Adoración de los Magos, Diego Velázquez, 1619, Museo del Prado.

En definitiva, Velázquez es un pintor que sabe unirnos y reconocernos en su pintura. Más allá de la temática, la cual todos sentimos de cerca en Navidad aunque no seamos cristianos, es un perfecto pintor a la hora de cohesionar lo que ya conocemos de la obra con lo que nos conecta con ella como personas. El arte nos es util como reflejo de las vidas pasadas y de nuestra vida en el presente.

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