Julio Romero de Torres

Siendo 9 de noviembre del año 1874, en la casona familiar situada en la Plaza del Potro de la ciudad de Córdoba, nació el ilustre pintor cordobés Julio Romero de Torres. Este tuvo un ambiente muy propicio para ser quien fue, hijo de pintor y hermano de pintores. Su padre Rafael Romero Barros, que en esta época era el director de la Escuela de Bellas Artes, se convirtió en su mentor. Desde su juventud bebió de esa aura de nostalgia decadente de una Córdoba melancólica por su grandeza pasada. Romero de Torres destacó desde su juventud con obras que marcan su carrera artística.

«Mira que bonita era»

La primera de ellas es Mira qué bonita era”, esta obra ilustre nos refleja la instantánea de la muerte de una amiga a edad temprana. Este destaca la belleza de su rostro, belleza reflejo del futuro que tenía y que se truncó con una muerte tan temprana. Este cuadro es un aprendizaje para todos, somos tan bellos, pero tan frágiles. Gracias a tan grandes cualidades mostradas en esta obra recibe la mención honorífica de la Exposición Nacional de 1895. Así mismo, dos años más tarde será premiado por la Academia Española de Roma por el Lienzo Conciencia Tranquila.

«Vividoras del Amor»
«Musa gitana»

A pesar de una popularidad ganada a pulso por méritos propios desde su juventud, su obra no está exenta de polémica, ya que algunos la tachan de inmoral. Prueba de ello es su obra Vividoras del amor, obra premiada en la Exposición Nacional de 1906, la cual desencadena algunas protestas por retratar a unas prostitutas; de ahí su paradójico título. Su primera obra culmen llega con el cuadro Musa gitana, obra en la cual muestra a una joven desnuda la cual está enmarcada en la ciudad de Córdoba atardeciendo, tras ella la sombra de un tocaor gitano. La joven desnuda que retrata Romero de Torres es la modelo Ana López “Carasucia”. La Musa gitana es nombrada primer premio de la Exposición Nacional de 1908 y adquirida por el Estado español.

Destacarán posteriormente dos obras, Retablo del amor y Consagración de la copla. La primera de ellas quiere representar las amantes pecadoras y las amantes virtuosas, siendo enmarcadas en escenarios cordobeses. Así mismo, en la segunda se hace un retrato de la tradición cultural andaluza. Hay una sinergia entre la devoción y la copla, representadas con el aura mística seña de este autor. Mujeres andaluzas vestidas de mantilla, tratando a la copla representada en la guitarra y el mantón y siendo venerada como si de una virgen se tratara. Cura y monja muestran respeto arrodillándose ante la copla en el momento de su consagración. La obra de Julio Romero de Torres no te deja indiferente ni en la actualidad ni en su época. Valle-Inclán entre otros literatos y compañeros lo colman de halagos.

«Consagración de la Copla»

Era un pintor de tanta popularidad que no pasaba desapercibido, todos lo reconocían, todos lo nombraban, pero él no perdió la humildad de reconocer a su tierra y sentirla profundamente. Romero de Torres no desaprovechaba ocasión para disfrutar de la esencia cordobesa, tan presente en su obra y en su persona. Su obra traspasó fronteras, prueba de ello es la muestra en la Exposición Internacional de Munich donde recibe el galardón de la misma o su éxito en Buenos Aires.

«Chiquita piconera»

Meses antes de su muerte realiza su obra más reconocida, La chiquita piconera. A comienzos de 1930 es culminada su ultima obra tres meses antes de morir. Vemos representada a la modelo María Teresa López, enmarcada en la ribera del Guadalquivir, distinguiendo el Puente Romano y la Torre de la Calahorra, siendo la instantanea por antonomasia de Córdoba. Vemos a Maria Teresa representada en una silla de enea removiendo un brasero de picón con su badilla. Mantiene en esta obra su seña de identidad mística, erótica y siempre poniendo a Córdoba por bandera. Pintor muy querido en España y principalmente en la capital cordobesa la cual lloró su pérdida el 10 de mayo de 1930.

Moreno, A. Cordoba y Julio Romero de Torres, Tipología Artística-San Alvaro, Cordoba, 1930.

Autor: Jesús Aguayo Linares, graduado en Historia del Arte por la Universidad de Córdoba

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