Hoy os traemos una obra en la que podemos observar uno de los momentos más rememorados e icónicos del imaginario de la Guerra de Independencia Española. En ella, observamos el caos y la barbarie provocada por la ocupación francesa durante el 2 de mayo de 1808. Concretamente está obra nos transmite el momento en el que las tropas francesas intentan tomar el Cuartel de Monteleón, localizado en el barrio madrileño de Maravillas. Podemos observar cómo la población civil se ve obligada a luchar con apenas medios frente al ejército napoleónico. Podemos constatar cómo la población civil fue masacrada o al menos diezmada y duramente castigada.
Centrándonos en la obra, decir que fue realizada por el valenciano Joaquín Sorolla y es una obra de gran tamaño. Esta pretende impresionar en su dramatismo y en su dureza. Podemos observar dos de los capitanes que combatieron y murieron en esta defensa. Concretamente Luis Daoiz y Pedro Velarde.
No falta detallismo en las distintas escenas que se retratan en esta obra. Pudiendo enumerar algunos detalles destacados; como son los rostros desvanecidos y sin vida de algunos de los fallecidos que pueblan el barrizal en el que luchan.
Vemos en el rostro de uno de los capitanes, como se muestra esa estupefacción ante la derrota segura. La batalla siempre es un momento en el que reina el caos y podemos observar la veracidad y crudeza en estos rostros que navegan desde la rabia, al miedo el dolor y la locura.
Los personajes se van disponiendo de una manera trágica, en la que el humeante fondo aporta una visión teatral de ese instante. Pueblo y Ejército se juntan en una escena en la que luces y tenebrosidad aportan el dramatismo necesario para crear este marco perfecto. Marco que aún podemos ver el Madrid con una de las puertas ese cuartel. Siempre es valioso desde el punto de vista historiográfico detenernos en los detalles, ya que podemos observar elementos como la vestimenta las armas, los cañones y pudiendo diferenciar asi cada uno de los elementos participantes en este asalto.
Joaquín Sorolla además de esta obra, realiza alguna más en la que podemos ver otros momentos de esta guerra de independencia. El imaginario español queda reflejado y retratado en esta pintura, ya que la guerra de independencia frente al francés ha dado mucho de lo que hablar y ha sido fuente de inspiración para muchas de las artes. El pueblo español se reveló frente a una gran potencia como fue el Imperio Napoleónico. Este se veía muy superior constatado en números y medios. Esta valentía fue uno de los elementos que caracteriza a la rebelión del pueblo español frente al opresor. Así mismo, fue uno de los elementos que favorecieron la decadencia de este Imperio Napoleónico.
Algunas declaraciones del pintor valenciano también nos hablan el carácter el español, el cual siempre acude a la teatralidad y al drama. Por esta cuestión, vemos cómo la muerte y la barbarie son elementos que venden ante el gran público. Sorolla tuvo un gran espejo en el que mirar, Francisco de Goya, que nos aporta un referente único a la hora de retratar la dureza de esta guerra y reflejar el carácter teatral de sus obras.
Joaquín Sorolla trata en sus obras tanto la belleza como el realismo, así, como la dureza sin ningún tipo de tapujo; aportando una obra de gran calidad pictórica. Queda claro que es un pintor muy completo, ya que transmite todas las emociones posibles en sus obras, de una manera y una calidad, propias de un gran pintor.