Santa María la Novella era una iglesia medieval de los dominicos, en la cual se había quedado la fachada sin realizar. Leon Battista Alberti seria el encargado de realizar esta fachada. Como era habitual en el arquitecto italiano, este se centra en el gusto local, aportando a la fachada una solución toscana.
Alberti se inspiraría en modelos románicos. Concretamente en edificaciones como el Baptisterio de Florencia, pero en la fachada se aprecia como llega a un planteamiento numérico geométrico, el cual hace que la fachada tenga un marcado influjo del número y una cierta connotación musical respecto a las leyes armónicas.
Podemos observa la utilización de 1: 1; 1 : 3; 2: 3; 3: 4, etc. De esta serie de proporciones numéricas, Alberti compondría la fachada. Todo el conjunto de la fachada puede ser conjuntado en un cuadrado. El cuerpo principal se compone de otros dos cuadrados, cuyo lado es la mitad de la cuadratura general.
Así mismo, en otro cuadrado puede ser encuadrado el cuerpo superior. La ventana de arriba tiene la proporción de 1:1 y la de debajo de 2:3.
La fachada es una fachada telón, concebida para ocultar lo que queda detrás. Se compone de dos cuerpos. El inferior tiene toda la anchura del templo, mientras que el superior sólo la anchura de la nave central.
Se remata con un frontón triangular adaptado a la techumbre a dos aguas. Sin embargo, para enlazar los dos cuerpos, Alberti dispone unos aletones laterales que dulcifican los ángulos rectos, originando la intersección de ambos cuerpos.
En el superior Alberti mantiene el rosetón, de origen medieval. La fachada es recubierta de placas de mármol blanco y verde, que la hace quedar dotada de una gran claridad compositiva y una extraordinaria elegancia decorativa. Esta fachada es similar a la de la Parroquia del Salvador de Sevilla.