En nuestro comentario de hoy, queremos hablarles de una de las obras enigmáticas de la historia del arte. Concretamente hablamos de La ronda de noche, realizada por el pintor holandés Rembrandt entre los años 1640 y 1642. Es un pintor de gran éxito y uno de los representantes más afamados de la pintura barroca, considerado un gran maestro. El título original de este cuadro es bastante más largo, el cual fue titulado como La compañía militar del capitán Frans Banninck Cocq y el alférez Willem van Ruytenburgh. Pero tras una equivocación en la puesta del título se hizo famosa con el título de La ronda de noche.
Esta obra fue un encargo para la Corporación de Arcabuceros de Ámsterdam, la cual sale retratada en el cuadro. Los personajes principales son el capitán de la compañía Frans Banninck Cocq, el cual ordena el comienzo de la ronda, ocupando una predisposición privilegiada en el cuadro, así como el alférez Willem van Ruytenburgh el cual es el receptor de la orden del capitán. La obra fue inaugurada con la visita de María de Médicis, Reina madre francesa. El cuadro se iba a colocar en la sede de los arcabuceros en Ámsterdam. La obra ha sufrido algunos ataques donde fueron mutilados algunos de los personajes del cuadro, los cuales no se conservan en la actualidad. Así mismo, fue atacado en un atentado al cuadro el cual fue restaurado con éxito posteriormente.
Además del capitán y el alférez, aparecen otros personajes ilustres. Se habla de la aparición de su mujer Saskia representada como una niña. Esta niña es la única mujer que aparece y esta aparece iluminada. Era la gran musa del pintor holandés, por lo tanto no es extraño que aparezca en uno de sus cuadros. Así mismo, en esta obra aparecen quince integrantes de la compañía los cuales se conocen sus identidades. Todos no reaccionan de la misma manera a la orden de comenzar la ronda. Hay personajes que se muestran exaltados, otros que se muestran calmados y algunos muestran miedo en la expresión de sus caras.
Se atisban algunas actitudes curiosas. Uno de los componentes de la compañía aparece soplando la mecha de su arma para que la humedad no la apague. Así mismo, otro de ellos que aparecen en la Última línea, se muestra ajeno a lo que le rodea, este esta apático ante la situación y Rembrandt lo refleja en su rostro. Otros detalles curiosos de la obra se ven reflejados en uno de los personajes de baja estatura, el cual va a proceder a patear una piedra. Así como el perro, el cual ladra y mira al tamborilero como si quisiera decirle que le está molestando. Otros incluso ni se les aprecia, vemos como se sobre entienden sus rostros o sus miradas encuadradas en algún recoveco dejado entre otros integrantes de la compañía.
Rembrandt quería pintar una escena de acción, constituyendo un modelo muy original en la manera de realizar los retratos colectivos. La disposición de los personajes se lleva a cabo por razones estéticas, con la excepción del capitán y el alférez. Pictóricamente es una representación muy original, contando con varios ejes de atención en el cuadro. Se forman tres grupos de personas delimitadas por unas líneas imaginarias las cuales dividen el cuadro. A pesar de ser caótica y querer mostrar el movimiento y la inquietud de los personajes, hay una cierta calma en la obra. Algunos posan ante la acción y otros muestran movimiento creando así una contraposición que compensa las actitudes de los personajes en la obra.
El tenebrismo es uno de los entes importantes de la obra, ya que la luz y la penumbra es una de las señas del cuadro. Son seis los personajes o entes en los que la luz aparece con mayor intensidad. En primera línea de la obra, destacan la luz y el color del capitán y el alférez. Así mismo el tambor del tamborilero, el cual porta un dorado que ilumina la escena. También aparecen iluminados dos personajes de la compañía, los cuales comparten impresiones ante el cansancio del tamborilero. Uno de los pertenecientes a la compañía, el cual aparece de color rojo, porta un rojo entre luces y sombras. Así mismo, la niña porta un foco que ilumina con su silueta la segunda línea, esta carga con un halo de luz el cuadro dando un toque de misterio. En segundo plano destacará el portador del pendón, el cual sería el sexto ente importante en relación a la luz.
Otro de las cuestiones a reseñar es como Rembrandt utiliza tonos cálidos contrastados con tonalidades opuestas. El negro del capitán resalta a pesar de sen un cuadro en la que los oscuros abundan. Por último hablar de como destaca la luz de los rostros, la cual se hace patente dejando en segundo lugar sus cuerpos. Rostros llenos de expresividad y de realismo. Estos rostros nacen de las sombras o de las luces. Son sombras que los envuelven. Es un cuadro que envuelve tanto a sus personajes como al espectador.