En este breve comentario sobre una nueva obra artística, encontramos una de las obras más representativas del pintor del barroco Juan de Valdés Leal. In ictu oculi es una clara representación de esa España oscura del siglo XVII. Fue una época muy convulsa desde el punto de vista religioso, así mismo, también convulsa en las condiciones de vida de los españoles; condiciones de una mayoría de la población ante unos pocos poderosos. Con estas condiciones de vida nos plantearíamos seriamente la calidad de vida del siglo XVII respecto a la que vivimos en pleno siglo XXI. Como era normal, en este panorama de hastío, pobreza y desesperanza, la muerte asomaba por las mentes de muchos de los integrantes de la sociedad española de la época. En relación a aspectos cronológicos nos encontramos ante una obra datada en el año 1672.
Valdés Leal representa la muerte de manera perfecta, la muerte triunfa sobre la vida con una iconografía clara, un esqueleto pertrechado de guadaña, pero sin arco y flecha. A esta muerte le acompañan elementos que reflejan el estereotipo del poderoso y algunos elementos que marcan esa grandeza sometida por la muerte. Debido a la influencia de polos religiosos, los cuales quieren reafirmar sus valores, se pone en la palestra uno de esos valores negativos, la vanidad. Con la frase “non plus ultra”, no vayas más allá, da sentido a la frase la vanidad rompió el saco. Está vanidad te puede hacer caer ante la muerte. Otra de las cuestiones con las que lucha es la soberbia. Soberbia que se enfrenta con la humildad, por esto se hace referencia en el cuadro a la palabra humus, palabra que significa suelo. Valdés Leal nos quiere decir, mira al suelo con humildad, porque “los ricos caerán de sus altas torres”, frase que ilustra muy bien el mensaje del cuadro. Es una denuncia maravillosa que podría estar de actualidad. Siempre habrá ricos que miran por encima del hombro y pobres que afrontan con humildad sus vidas.
Valdés Leal es uno de los representantes de la estética más macabra, tendencia que tendrá muchos representantes en el siglo XVII y en siglos venideros. Con esta estética macabra pretende tocar la moral del espectador. También, debemos tener en cuenta que la obra In ictu oculi estuvo situada desde su creación en la Iglesia del Hospital de la Caridad de Sevilla, lugar donde acudían estos pobres de los que hemos hablado en un principio, pobres que son un fiel reflejo de esta sociedad. Por lo tanto, que mejor lugar para recabar adeptos de esta visión revolucionaria, ya que el pobre puede luchar ante los poderosos con sus valores honrados.
Desde el punto de vista artístico vemos un tenebrismo asombrante, el fondo es claramente revelador de la teatralidad de la obra. Destaca ante nuestra mirada la colocación en el suelo de los libros, la muerte pisa el globo terráqueo. Así mismo, vemos muchísimos elementos de poder con la muerte triunfante sobre ellos, queriéndonos decir que no importa lo grande que seas ante los ojos de la muerte ya que tu poder no valdrá nada ante ella.
Gomez Moreno, A. Revaluación de Juan de Valdes Leal clases de In ictu oculi, Medievalia, Universidad Complutense de Madrid, 2015
Autor: Jesús Aguayo Linares, graduado en Historia del Arte por la Universidad de Córdoba