Hoy os traemos la obra titulada Alegoría de la Prudencia, del pintor italiano Tiziano Vecellio. Esta obra es toda una retrospectiva de lo que es nuestra vida, ya que todos los seres humanos convivimos con tres perspectivas y tres edades. Así mismo, vivimos en la plena conciencia de que hay un pasado un presente y un futuro.
Tiziano a una edad avanzada, realiza esta obra que nos hace reflexionar de esta unión de conceptos. Osea, que la perspectiva de pasado se une a la vejez, la de presente a la madurez y la de futuro a la juventud. Esta idea es desarrollada en esta obra a través de una temática centrada en las tres edades y encarnada por la propia familia Vecellio.
En primer lugar, se nos muestra el pasado a través del propio artista, el cual es acompañado por la figura del lobo. Tiziano en el momento de la realización, es el anciano y se nos representa como tal. El anciano nos reporta una sabiduría plena. Así mismo, nuestros abuelos nos reportan su experiencia tal y como relata Tiziano a través de la inscripción realizada sobre su cabeza, la cual reza en latín, “Desde la expriencia del pasado”.
Por lo tanto, la experiencia nos reporta la inteligencia de un lobo, que sabe aprovechar la inteligencia más que la fuerza. También este lobo hace referencia a la soledad, la cual es sobrellevada tanto por el lobo como por el anciano.
Nos queda claro con esta obra que toda persona y pueblo necesita conocer el pasado. Si conocemos nuestro pasado podremos encarar con prudencia el presente. Esta afirmación es la representada por Orazio hijo de Tiziano. La madurez es la prudencia de nuestros actos presentes. La obra nos enseña que debemos pensar y actuar de manera prudente, ya que afectará a nuestro presente y futuro, y con ello a los más jóvenes.
Orazio como su padre, es acompañado en la obra por un animal. En este caso se trata de un león, el cual nos habla del poderío del ser humano cuando alcanza su madurez. El león es prudente pero a su vez poderoso.
En relación a los jovenes, estos son el futuro. El futuro no debemos perjudicarlo con los actos del presente. Esta etapa de la juventud esta encarnada por uno de los jóvenes de la familia Vecellio, llamado Marco Vecellio.
El último animal que es representado en el cuadro es el perro, el cual nos habla de ese aprendizaje que debe reportar la juventud, además de la sumisión y nobleza.
En definitiva, esta obra alegórica es una enseñanza muy útil de la que debemos aprender que los errores pasados nos sirven de experiencia para no cometerlos en el presente y así no perjudicar nuestro futuro.