Hoy os hablaremos desde Charlarte de una pequeña puerta que da acceso al Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral de la ciudad de Córdoba. Se trata del Postigo de la Leche. Postigo situado en una de las esquinas del muro norte de este patio. Nombrado de la Leche debido a las muchas leyendas que se le atribuyen relacionadas con la figura del recién nacido. Estos recién nacidos según estas leyendas, eran dejados por sus madres en este lugar, para que así, estos fueran recogidos por alguna persona que pudiera hacerse cargo de estos niños. Otra de las leyendas que porta este lugar, es la que narra como las madres se resguardaban en el postigo a la espera de poder acceder alguna casa cuna. Las casas cunas eran lugares de acogimiento para estas madres y sus hijos.
Se trata de un postigo que más allá de su importancia tiene una impronta y una forma de estar única en la Mezquita-Catedral de Córdoba. Existen otras puertas de mucha más importancia, como es el caso de de las Puertas de Deanes, del Perdón, de las Palmas o la Puerta de Santa Catalina. Pero hoy os hablaremos del Postigo de la Leche. Obra del arquitecto cordobés Hernán Ruiz I, el cual la realiza bajo el ordenamiento del Obispado de Córdoba. Data de la primera década del siglo XVI, siglo de importancia para Hernán Ruiz y su importante descendencia. Precisamente su hijo Hernán Ruiz II realizaría la Torre Campanario del antiguo alminar de la Mezquita Alhama de Sevilla, más conocida como la Giralda.
Es un postigo que transmite una belleza sinuosa. Esta sinuosidad la podemos observar en alguna de las partes del postigo, concretamente en su parte superior. En la primera parte del postigo el arco de medio punto sirve como marco. En este marco encontramos unas molduras realizadas con figuras zoomórficas y figuras ramificadas. Concretamente vemos como la piedra tallada intuye el zigzagueo de una serpiente. Este zigzagueo, que podemos observar en algunos otros elementos, aportan belleza y originalidad. Es un postigo que tiene poco que ver con sus vecinas puertas islámicas o sus grandiosas puertas cristianas aledañas, por lo tanto podemos decir que es un ejemplo único en este monumento.
El Póstigo de la Leche en su primera parte está enmarcado en un dintel, que es el único anhelo que sirve de conexión con el arte islámico. Rompe esa conexión dejando atrás el arco de herradura para utilizar un arco conopial. Este tipo de arco es propio del gótico flamígero. Se trata de un gótico genuinamente español. Es un gótico tardío que quiere reflejar esa sinuosidad, ondulidad y esa utilización de nervios que ramifican a través del elemento arquitectónico.
Este postigo es un claro ejemplo de todas estas características. En esta primera parte, los arcos conopiales se superponen en el dintel. Son arcos conopiales bañados por una piedra tallada con el carácter zigzagueante del gótico flamígero. El primero de los arcos esta rematado con un florón, el cual metafóricamente se ejemplifica como lugar en el que brota esa sinuosidad. Se trata de una sinuosidad propia del ramaje que quiere dar fruto o florecer. Este tipo de arquitectura nos recuerda también, a estas raíces que buscan su lugar, creando frondosidad y aleatoriedad en la tierra. Por esto es lógico que en este ramaje puedan aparecer figuras serpenteantes o algún animal de forma explicita o de forma más intuida.