Otro de los conventos impulsados por Fernando III el Santo fue el de San Pedro el Real[1], convento de fechas similares al de San Pablo. Este estaba situado en la collación de San Nicolas en la Ajerquía. Fue llevado por la orden franciscana. Así, como los dominicos utilizaron los alrededores del convento para arrendamiento, los franciscanos aprovecharon la zona en la que se instalarán mercaderes. Este convento recibió cuantiosas donaciones que sirvieron para la construcción de la iglesia y posteriores obras.
Este convento es un ejemplo en cuanto urbanismo. Como sucedió con el Convento de San Pablo se vio avocado a penurias y a desamortizaciones[2], afectando decisiones como la de las Cortes de Cádiz o la desamortización de Mendizabal. Otro de los hitos fue su venta en el año 1842 que llevó a su derribo. Así mismo y como sucedió en el anterior convento solo se conserva la iglesia ya que esta no llegó a a venderse. También sobrevivió en un principio su huerto pero se convirtió en el trazado del actual barrio. De la primitiva iglesia nos quedan pocos detalles debido a la gran cantidad de transformaciones realizadas en la actual Iglesia de San Francisco y San Eulogio.
El convento[3], fue realizado por obreros alarifes bajo el mando de arquitectos venidos del norte de España. Se utiliza como es común en esta época el material de acarreo. Es similar su iglesia a las realizadas en la época, resultando curioso la planta de una sola nave con terminación en cabecera de tres absides y crucero. Reina la austeridad de lo franciscano y la construcción del claustro en paralelo a las naves. En la segunda mitad del siglo XVII se transformará el claustro, concretamente entre los años 1662 y 1683. Otro hito importante es la construcción de la puerta como la conocemos actualmente siendo realizada en el año 1782. En el año 1836 y 1877 fueron años importantes. El primero por la desamortización de Mendizabal y el segundo por ser la iglesia de San Francisco y San Eulogio la principal de la Ajerquía.
[1]Op. Cit., OLMEDO SÁNCHEZ, Y. V. p. 31
[2]Ibid., pp. 55-56
[3]http://www.diocesisdecordoba.com/wp-content/uploads/2012/12/san-francisco1.pdf (02/02/2015)
Autor: Jesús Aguayo Linares, graduado en Historia del Arte por la Universidad de Córdoba