Cezanne, recorriendo su obra desde el año 1870 hasta 1880

Comenzamos este recorrido con una de las obras importantes de esta etapa. Concretamente La casa del ahorcado, realizada en 1873. Se trata de una obra que te conduce hacia el paisaje representativo de una escena típica de la Provenza, lugar de donde Cezanne procede. En este caso representa la casa con gran maestría sin menospreciar el paisaje. Juega con el concepto impresionista, ya que nunca corta la perspectiva. La textura granulosa crea un gran contraste de colores, saca a relucir esa idiosincrasia de la utilización del color en el impresionismo. Los colores son capaces de crear figuras, que si fueran lineales, no apreciaríamos esos contrastes.

La casa del ahorcado, 1873, Paul Cezanne.

Vemos como ha evolucionado la obra de Cézanne. En sus primeras obras la pincelada era muy fuerte y ahora es más sensible y sutil. Este tipo de representación evolucionada, la podemos ver en obras como la Vista de Auvers de 1873.

Vista de Auvers, 1873, Paul Cezanne.

Cézanne pintará algunos lugares pintorescos de L’Estaque, siendo ejemplo de ello obras como El puente de Maincy, Tejados en L’Estaque y El mar en L’Estaque En estas obras juega con los colores, la luz y las imágenes que llegan a difuminarse y confundir los contornos, ya que prácticamente no existen.

Una de sus grandes obras son los dos cuadros titulados Tres bañistas, realizadas en torno a 1875. Esta obra influirá al escultor Henry Moore gran admirador de Cézanne.

Otra gran obra es la de Víctor Chocquet en un sillón, realizada en 1877. Se representa un personaje del Ministerio de Finanzas de París. Lo representa posando en su sillón rodeado de cuadros de su colección. Se trata de un hombre de espíritu coleccionista. Chocquet es representado por Cézanne en más ocasiones. Vemos como utiliza pequeños tacos de pigmento, en un rostro con amalgamamiento de texturas.

Víctor Choquet en un sillón, 1877, Paul Cezanne.

Otra obra de importancia es La señora Cézanne en el sillón rojo, realizada en 1877. El color mueve la obra totalmente, dándole toques azules y ocres. Cézanne le encanta la movilidad de los colores, las sombras, y los efectos que produce el color cuando juega con el rostro y los tejidos. El posado debío de ser muy paciente, ya que su señora necesitó de muchas sesiones para culminarlo.

La señora Cézanne en el sillón rojo, 1877, Paul Cezanne.

También realizara otro retrato sobre Victor Chocquet y un una vista del mar de L’Estaque para una exposición de los grandes artistas del impresionismo.

Retrato de Victor Chocquet, 1876-77, Paul Cezanne.

Cézanne realiza varias obras de naturaleza muerta en toda en esta etapa. La primera que realizaría es Sopera botella y cesto con manzanas de 1877. En estas representaciones, Cézanne utiliza tonos extraños y abandona los colores atmosféricos de impresionismo, destacando su luminosidad.

Sopera botella y cesto con manzanas, 1877, Paul Cezanne.

Una de las últimas grandes obras de esta etapa es Bizcochos y frutero de 1877, vemos como da movimiento a la tela. No deja atrás la pincelada rigurosa, es compacta  y  utiliza el contraste de colores y texturas con el azul y el amarillo.

Bizcochos y frutero, 1877, Paul Cezanne.

Realiza otras obras con esta temática, como es el caso de las tituladas Naturaleza muerta con compotera de 1880 y Manzanas de 1878. Se trata de naturaleza muerta utilizada con técnicas de espátula y torneado, además de portar un color compacto de bermejos y amarillos, verdes y azules.

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