Hablamos de un pintor que nace en la ciudad de Sevilla, en un domingo 6 de junio de 1599, se trata de un pintor que destaca precozmente en el arte de la pintura, es un pintor que podríamos decir que nace para este arte. Nace en una familia de nobles algo decaídos, su descendencia no tanto sevillana y si portuguesa, ya que la familia Velázquez no llevaba demasiado en la ciudad de Sevilla. Diego fue hijo de dos personas con descendencia portuense Juan Rodríguez de Silva y Jerónima Velázquez. Hablamos de una época en la que España y Portugal no tenían fronteras. Los padres de Diego si eran totalmente sevillanos al nacer en la ciudad andaluza y contraer matrimonio en la Iglesia de San Pedro de la localidad sevillana. Diego fue bautizado con el nombre de Diego Velázquez pero existen varias variantes al nombrarlo debido a las varias formas de nombrarlo como podía ser Diego Velázquez de Silva por la forma de firmar sus cuadros, aunque para la aristocracia utilizara el nombre de Diego de Silva Velázquez. En líneas generales Diego Velázquez.
Estamos ante un pintor que presta gran interés por las artes y las humanidades ya que llega a estudiar humanidades teniendo una gran habilidad para su estudio, decir que fue un pintor que intento formarse al máximo, comenzó pintando según algunas fuentes en el taller de Herrara el Viejo, pero no se sabe si en realidad estuvo, donde si esta documentado es la entrada al taller de Francisco Pacheco con el que tendrá una gran relación durante toda su vida y se trata de un personaje importante en su vida,. Entra en su taller a la edad de 11 años, Diego llegara a convertirse en discípulo acérrimo de Francisco Pacheco, destacado en su taller y muy alagado en el tratado de este pintor sevillano El Arte de la Pintura, en este tratado nos narra su vida y destaca a Velázquez como un gran pintor en su taller.
Pacheco le enseño a Diego todos los entresijos de su pintura ya que fue su mayor aprendiz, Pacheco era un hombre que le encantaba el arte y hablar del arte y su producción ya que en su taller se creaban grandes debates sobre los grandes pintores de la época, sobre sus técnicas sus formas de pintar y esto hacia enriquecer los conocimientos a todo el que perteneciera a ese grupo de pintores. Pacheco era un gran humanista e inculco esos preceptos a sus discípulos entre ellos Velázquez. Pacheco sentía admiración por el arte italiano, se consideraba un gran manierista y daba el consejo a Diego de que copiara todo lo relacionado con lo clásico, lo manierista, era un pintor que le encantaba lo paradigmático, a pesar de ella era un gran pintor y maestro de la escuela sevillana. Pacheco hablaba de Velázquez como un pintor que desde el principio tenia un gran virtuosismo para la realización de retratos, Velázquez se intereso mucho por la pintura naturalista que le llevara a la primera etapa de su estilo pictórico, esa etapa que nos llevara a su pintura natural tenebrista.
Su gran influencia en su juventud fue la de un gran pintor como es Miquelangelo Merisi “Il Caravaggio”. Caravaggio es un pintor que impresiono en demasía a Diego Velázquez, se trata de un ídolo para el en su pintura como para todos los pintores que lo preceden ya que crea una forma de pintar que bañara la pintura barroca en todos sus sentidos, el naturalismo de Caravaggio era tan profundo que llegaba a pinceles como el de Diego, tanto Pacheco como Velázquez admiran la pintura de Caravaggio, esta pintura produce dos formas diferentes de plantear su pintura, para Pacheco chocó la forma de pintar ya que el está mas al lado de la pintura del Cinquecento italiano, y es un poco reacio a su pintura, pero Velázquez se enamora de esa pintura aunque mas tarde la deje por completo, quizás por su juventud o por su precocidad se ve asombrado por tal pintura y consigue plasmarla de la misma forma o mejor, con obras de gran calado tenebrista como podrían ser, El aguador de Sevilla o Vieja friendo huevos. Velázquez es una persona de gran sensibilidad a la hora de pintar porque en esta época sevillana realiza obras de gran detallismo, podíamos decir que es una impresión perfecta ya que no parece que sea posible crear esa sensación de gran realismo y naturalismo, esta pintura nos llega a impresionar.
Velázquez es un pintor con tantos signos de genialidad que la edad de 18 años ya tiene su taller propio al ser avalado por Francisco Pacheco y Juan de Uceda tras la realización de un examen del gremio, con esto podría tener aprendices y realizar muchos mas encargos, podemos seguir hablando de la relación con Francisco Pacheco con la consecución de matrimonio con Juana Pacheco el 23 de abril de 1618, Pacheco quería que ese gran talento de Velázquez perteneciera a su familia siguiendo la tradición de grandes pintores. Decir que esa influencia naturalista la vemos reflejada en la cantidad de obras que realiza de bodegones, de las 20 obras que realiza en su etapa sevillana la mitad tienen el tema del bodegón, podemos decir que es un pintor tenebrista en su etapa sevillana, Velázquez es un pintor que se vera sometido a admiradores que plagiaran sus estilo de pintar pero debemos decir que el estilo que impone en Sevilla Diego es inigualable. Sevilla será una ciudad de gran importancia en esta etapa que a pesar de la importancia de Velázquez en el tenebrismo español también citar a Francisco de Zurbarán, también estudiado en este trabajo del tenebrismo en la escuela sevillana.
El bodegón en la pintura velazqueña, representa ese estilo del pueblo llano que transmitirá Caravaggio en sus obras y que transmite Diego en su pintura, esa idiosincrasia esta presente en su pintura, esa unión de temas populares, mitológicos y religiosos, ese carácter contra reformista del que se ve influenciado Diego a la hora de representar sus obras, el pueblo es participe de sus obras, esas obras en la que vemos representados personajes muy característicos de la Sevilla del siglo XVII, como el aguador, o escenas tan cotidianas como una cocina. Estos temas predominan la pintura tenebrista de Caravaggio y también lo hace la de Velázquez. Algunos hablan de los bodegones como naturaleza muerta pero para la pintura tenebrista no tiene ese carácter que si tiene en la pintura anterior, con la que se utilizan términos como la expresión stilleven en Holanda ya que algunos historiadores del arte nos hablan que este tipo de pintura surge en Holanda.
Este estilo tan particular de pintura como el bodegón tiene realmente importancia en el siglo XVII en Italia, Flandes y España, ese naturalismo se vera reflejado en los grandes talleres de toda Europa, los detalles se acentual al máximo y cada escuela tendrá sus características propias, como no podía ser menos Velázquez también tendrá una idiosincrasia a la hora de pintar el bodegón. Podemos hablar de los primeros bodegones que realiza el pintor sevillano como son Los tres músicos y El almuerzo, los personajes captan toda la atención de este estilo pictórico ya que se les caracteriza con gran realismo, también vemos como ese tenebrismo esta muy presente y algo tan importante en la pintura del Barroco como es la luz esta presente en este cuadro que nos enmarcan la escena esto pasara sobre todo en El almuerzo que vemos como la mesa esta totalmente iluminada y esa luz se desprende sobre los demás personajes que están en la escena, crea grandes luces y sombras en el cuadro ya que parece como si hubiera una luz lateral que hiciera reflejarnos la sombra de los objetos, dando mas luz a los personajes que miran hacia esa propia iluminación dejando ala sombra los personajes situados a contra luz. La luz nos da a entender la importancia de los rostros y las manos que deben ser expresiones importantes del lienzo. La perspectiva en esta obra de El almuerzo debemos decir que no esta excepcionalmente conseguida pero que la consigue con elementos como los nombrados anteriormente del rostro y los elementos inanimados.
En la obra de El almuerzo, vemos como sigue ese tenebrismo presente con ese uso detallista de la luz en la composición, el amarillo es un color que utilizara en esta obra a la hora de matizarla, mezclado con ese blanco que nos da los destellos de luz. Otra de las obras perteneciente a este estilo de bodegón tenebrista, es la obra llamada Vieja friendo huevos, esta obra esta mas asentada en lo que es el estilo del bodegón y trata los elementos con mejor sentido de composición, vemos como Diego representa mas cantidad de elementos en esta obra, en este cuadro esta todo mejor pensado ya que lleva un orden mas premeditado en la forma de componer los elementos, vemos como esa escena cotidiana nos llena la escena dándole poca importancia aparente a lo que le esta rodeando para despistar en cierta manera al espectador ya que nos deja atrás una escena importante que vemos al fondo como es la de cristo en casa de marta que queda en cierta manera inadvertida pero que es la parte importante de esta escena de bodegón.
El estilo velazqueño esta en plena evolución con obras como El aguador del Sevilla o Dos hombres comiendo, que son un ejemplo claro de la evolución ala hora de crear profundidad en la escena y como juega con la luz en ese gran detallismo a la hora de pintar, podríamos decir que es impresionante como ese detallismo hace que los personajes tenga un carácter tan naturalista. El brillo y la luz también esta en la representación de Dos hombres comiendo jugando un papel muy importante en la obra, ese brillo realza objetos como el mortero o la vasija además de las naranjas.
Volviendo a la obra de El aguador de Sevilla, decir que es una obra de gran maestría, es una obra de genialidad que realiza este artista, vemos como es un tenebrismo en el que el negro no es tan negro ya que esta impregnado de un tono verdosos, vemos un gran detallismo en la obra en elementos como el vaso de agua ofrecido a un joven en el que vemos representado en su interior un higo, se trata de una escena cotidiana en Sevilla de El aguador, y Velázquez lo plasma con gran naturalidad y detallismo con esa forma de representar el vaso, también esas gotas que caen del cántaro, esta obra esta cargada de grandes detalles. Deja muchos detalles, también hablar del personaje en semipenumbra del final que parece que no esta en la escena ya que lo podemos confundir con ese nimbo que rodea a la escena del joven y el aguador. Destacar con que maestría realiza la trasparencia en el vaso, en este detalle es muy importante la luz, pienso que es difícil representar la luz que traspasa en agua. La naturaleza muerta y la viva esta unida en un cuadro dándole la misma importancia por esta cuestión es viva al ser animada por los personajes.
Como ya he hablado antes la pintura barroca y el tenebrismo mezcla las escenas populares con las religiosas, esto sucede en algunos de los bodegones de Velázquez, como es el cuadro conocido de Jesús en casa de Marta. Vemos como los alimentos acaparan el primer plano como dije anteriormente, en este tipo de pintura los planos están plenamente diferenciados y eso sucede en este cuadro creando un primer plano, intermedio y final. Vemos como en el primer plano del cuadro observamos a dos personajes como son una mujer vieja y una mujer joven, también vemos elementos en primer plano como un mortero y un cantarillo que contiene condimentos y pescado. La joven la podemos identificar como la representación de Marta. Velázquez en este cuadro nos deja detalles como ese reflejo de una escena secundaria que vemos en otro plano totalmente distinto, en la que vemos a Jesús y a María a sus pies. Es importante hablar de esta forma de representar las escenas muy propias del barroco y la pintura flamenca como podría ser el cuadro del Matrimonio Arnolfini, o las propias Meninas de Velázquez, en las que el espejo nos da a entender una cuarta dimensión que aunque no esta en la escena se nos da a entender que existe, es un recurso muy utilizado por este tipo de pintores.
Otra de las obras de este estilo tenebrista tan característico es la llamada, La mulata, en esta obra vemos como el tenebrismo de Velázquez va perdiendo un poco de intensidad, debido a que el juego de luces y sombras es menor que en las obras anteriores. Esta obra fue realizada entre 1620 y 1622. Se trata de un cuadro que no ha sido conservado en su totalidad ya que fue reducido y faltan algunos personajes de la escena, vemos como es una representación algo menos detallista aunque tiene ese toque de genialidad a la hora de representar, también vemos esa forma de representar los planos que ya explique anteriormente, dejando en primer plano los detalles de los cataros y la mesa con la llamada mulata, y al fondo la escena religiosa que se nos plasma en la escena en la que vemos a Cristo con dos acompañantes, también decir que esta escena esta recortada y no podemos apreciar uno de los acompañantes de Jesucristo por lo tanto esta incompleta la obra.
Diego de Velázquez es una persona que en su etapa sevillana realizará también sus primeros retratos con un cierto carácter tenebrista a la hora de representar al personaje. Conservamos una media docena de retratos realizados por el, como son dos retratos de una misma muchacha, que podemos datar de 1618, también un retrato de Don Cristóbal del Ribera, padrino de la hija de Francisco Pacheco su mujer. Realizará dos retratos de La venerable madre Jerónima de la Fuente y un busto de hombre con perilla. Diego es capaz de transmitir esa naturalidad del personaje en la representación, esa naturalidad caravaggiesca, vemos esa pincelada tan suave que podemos ver en el que parece ser su autorretrato, la mirada de los ojos que penetra en el que los mira además de esa facilidad para representar las facciones de la cara, con la utilización de las luces y sombras que le dan un carácter tenebrista naturalista.
Como ya he dicho anteriormente no podemos entender la pintura tenebrista sin la conexión de lo humano de lo divino, es importante comprender que el ser humano es divino en su concepción, existe un carácter en la pintura que lo hace luchar contra el protestantismo para que vea la población que todos somos partes de la divinidad de dios y que lo verdaderamente divino son las acciones cotidianas. Podemos ver obras que relacionan lo humano y lo divino como es La adoración de los magos. En esta obra vemos como la escena entra en un primer plano al contrario que sucede en la configuración de la escena en el bodegón, las luces y sobras destacan a esos personajes tan humanos para convertirlos en algo muy divino algo que asciende a los cielos, son seres humanos y ala misma vez celestiales. Esto sucede también en obras como la Inmaculada Concepción o San Juan en Patmos, son temas que podemos relacionar por la forma de componer la obra y sus dimensiones, la Inmaculada es una inmaculada que parece del pueblo llano ya que no sigue la iconografía de la típica Inmaculada Concepción ya que no lleva ninguna corona pero si esta rodearla de doce estrellas para darle un cierto toque celestial al personaje, vemos ese tenebrismo con la luz de un cierto color ocre que crea ese juego de luces que contraponen con la luminosidad de las nubes.
Por otro lado San Juan es representado como un personaje joven, es un personaje de cabellos castaños, le rodea un contorno de sobras que hace que el personaje destaque en el cuadro con gran luminosidad. Vemos en segundo plano como se representa la visión del santo en el ángulo superior izquierdo, Velázquez no escatima en calidad para diferenciar lo divino de lo que no lo es, lo une de una forma excepcionar realizando una pincelada igualitaria y dejando detalles de gran humanidad en obras que tienen un cierto carácter divino, Velázquez es un pintor muy plural en su obra y no escatima en realizar una obra con cambios significativos, cono esto nos dice que el es un pintor que le gusta crear cosas nuevas a pesar de admirar mucho los preceptos ya que es un gran humanista que le encanta tener cuanto mas información mejor, es un pintor muy equilibrado tanto en los pigmentos que utiliza como en la forma de representar los personajes y darles el carácter que necesita para que entendamos lo que nos quiere transmitir la obra.
En líneas generales esta es su obra de carácter tenebrista, a parte como curiosidad de su evolución en el estilo daré unas pinceladas sobre algunas obras para hacer notar su evolución en la pintura dejando en ocasiones el tenebrismo. Velázquez se convertirá en un gran retratista y a su partida a Madrid deja atrás algo de su tenebrismo y esos temas naturalistas, quizás se adapte a las necesidades que tiene en la corte y no da rienda suelta a su creatividad y naturalismo. Podemos hablar de retratos como es el de Felipe IV, O El Infante Don Carlos que en las técnicas nos puede asemejar un poco al tenebrismo por ese claroscurismo, pero pierde la esencia de la pintura naturalista en la temática en cierta manera, pero podríamos decir que sigue esa tendencia de la luz. Diego sigue en su línea de gran detallismo.
Velázquez continuara con su evolución con pinturas como El triunfo de Baco, que parece como si inmortalizara una situación vivida en una taberna como hacia Caravaggio en alguno de sus temas, aquí si vemos esa influencia en los temas de mezclar lo divino y lo humano, nos quiere decir que la personificación del Dios Baco son esos borrachos que disfrutan de la fiesta junto a él. En esta escena vemos claramente la influencia de Caravaggio tanto en la temática como la forma. Otra de las obras en las que evoluciona la pintura de Velázquez son sus Villas, en las que parece hacer una pintura goyesca y un tanto impresionista, con la utilización de una pincelada bastante suelta no utiliza el detallismo que siempre le caracterizó. Otra de las obras que parece como si volviera atrás en el tiempo e hiciera la obra mas tenebrista con ese papel principal de cristo, en su cristo crucificado, como resalta el crucificado sobre ese tono negó del fondo, y vuelve a ese detallismo que le caracteriza, algunos dicen que se inspiró de la crucifixión de Tintoretto.
Mas tarde realiza grandes obras como La fragua de Vulcano o grandes retratos ecuestres como es el de Felipe IV, a caballo, también obras tan magníficas como La rendición de Breda, en la que vemos como alude a ese carácter un tanto egocentrista de salir en su obra de Caravaggio retratándose en el flanco derecho, y ese escorzo del caballo a parte de la gran composición la hace una gran obra de arte a destacar. En su obra en Madrid existen temas diversos de la corte como podrían ser sus cacerías en retratos de Felipe IV, cazador. O también don Fernando de Austria. Podemos ver otra vez el claroscurismo en el retrato de Don Sebastián de Morra de 1645 destacando en primer plano a este personaje con un contorno de sombras, otra obra con algo de tenebrismo es el de Una joven campesina de 1645. Podemos hablar de otras obras de temática mitológica como es La Venus del espejo o Las hilanderas, en Las Hilanderas podemos destacar la luz en algunas de las hilanderas y destacar la fabula de Aracne.
Otra de las obras maestras es el cuadro de Las Meninas, que destaca la forma de componer la escena, la nombrada anteriormente cuarta dimensión del espejo, ese autorretrato en la propia escena y esa forma de distribuir la luz que nos guía para entender la escena en la que se nos guía hasta la Infanta y se nos destaca el punto de fuga en el que vemos un personaje que nos habrá la puerta hasta otra escena diferente, en este cuadro existen gran variedad de momentos en uno que quiso transmitir Diego Velázquez.
Como conclusión de la trayectoria en general de Velázquez y en particular su ver tiende tenebrista decir que es un pintor de su tiempo pero que deja grandes detalles maestría y genialidad en su pintura con un estilo muy particular que creara precedente para sus admiradores, podríamos decir que junto a Zurbarán es el pintor que sabe captar la vertiente caravaggesca, esa vertiente proveniente del genio italiano y su obra incomprendida en un principio y admirada por grandes pintores como Diego Velázquez. La mayoría de los pintores de la escuela sevillana saben captar los mensajes de su época dándoles su propia visón es importante destacar una pintura de la que nos podemos sentir orgullosos.
Jesús Aguayo Linares