Se nos proponen varias cuestiones sobre las relaciones entre los elementos del coleccionismo, como puede ser la relación del ser humano con el hecho de coleccionar o el coleccionismo con la colección. En primer hablar de la psicología del ser humano, esta psicología o forma de ser hace que el ser humano tienda a coleccionar por distintas razones, como el instinto de posesión y el querer que lo propio se vea en el exterior. En ocasiones el coleccionismo se utiliza con el fin de preservar algo con fines intelectuales o simplemente con el fin de rivalizar, el ser humano le gusta que la sociedad le reconozca y este fenómeno entre otras cosas buscaba el compartir con los demás tu colección y destacar por su rareza o calidad. El germen de este fenómeno propio de los siglos a partir del XVIII, tienen su germen en fenómenos como el mecenazgo, con este mecenazgo del siglo XV se buscaba grandes artistas para tu propiedad y eso podemos entenderlo como coleccionismo, ya que tenían gran cantidad de obras y eran símbolo de poder. Esta cuestión la podemos observar en la burguesía que es donde surge el coleccionismo, con personas que se interesan por las rarezas y sobre todo cosas de valor de todo tipo. El coleccionista conseguía estos objetos mediante subastas etc. Este coleccionismo burgués a su vez será el germen del coleccionismo moderno y esto es debido a la liberación económica. Las tendencias respecto al mecenazgo renacentista son muy diferentes ya que son colecciones con obras y elementos más laicos y en ocasiones algo extraños.
El coleccionismo da un paso más adelante con la creación de los primeros museos públicos, esto es debido a las tendencias ilustradas del siglo XVIII y XIX, sobre todo debido al movimiento enciclopedista, que quiere reunir todo el saber, esto potencia la creación de museos, archivos y bibliotecas. En esta modernidad se potencia sobre todo la libertad artística debido a tendencias románticas que son la base del arte moderno y por lo tanto, lo que busca el mercado actual de arte, era el valor del artista. Esto tenía sus pros y sus contras, esto es debido a la pérdida del mecenazgo y en algunas ocasiones a pesar de la libertad del artista en algunas ocasiones nadie pagaba por sus obras, por esto cambia el concepto de mercado. Esto tuvo también su parte buena para el coleccionismo ya que existía gran libertad de tendencias que permitían crear colecciones de mayor valor artístico y mayor exclusividad, esto incluye ese germen de rareza de las primeras colecciones y este nuevo sistema de mercado buscaba la inversión de obras desconocidas que se convirtieran en grandes obras aumentando su precio. A estos coleccionistas modernos les gustaba lo desconocido. Sobre todo se fijaban en las distintas etapas del artista y como su obra se revalorizaba. El coleccionista tenía que tener una gran intuición para encontrar una obra de futuro con la que poder especular. Con este fin se crean algunas fundaciones que se encargaban de reunir este tipo de obras. Estas obras se destinaban a la exposición y era una gran fuente de ingresos bajo algunos sponsor. Este patronazgo empresarial lo podemos relacionar con el mecenazgo primitivo, ya que tiene los mismos elementos
Podemos hablar de varios filtros para decidir que obras gustan, el más importante el del público, ya que en el arte contemporáneo se busca ese goce de la reacción y otro de los filtros el institucional. Este elegía que política de arte deseaba para su museo. Estos dos filtros crearán tendencias en la creación de algunos museos y sobre todo el tipo de obras que se exponían. El museo se llega a convertir también en el lugar de creación de una obra, esto es un hecho muy importante que nos habla de influencia de los museos y cómo evoluciona el concepto de museo. Este concepto nuevo hace que los artistas utilicen todo el espacio museístico para exponer su obra con lo cual la obra artística en general se amplía. La relación de la colección y el coleccionista sufre una gran evolución desde la Edad Moderna, y esto es debido a los cambios culturales y económicos que se producen. El fin del coleccionismo está siempre presente pero cambian sus intenciones, desde el punto de vista cultural o de cualquier otro tipo. El subjetivismo y la teoría del gusto es un elemento primordial para fomentar el coleccionismo, debido a que esa palabra puede abarcar tanta disciplinas como gustos existan. Esto hace que para cada gusto haya una colección, todos nosotros tenemos algún tipo de colección subjetiva en nuestras casas. El coleccionista se encarga de darle valores a los objetos, los ordena los clasifica. Este mismo concepto adopta el museo que se encarga de valorar o poner en valor y clasificar. La museografía intenta poner valores comunes a las obras, para que se puedan hace museos en los que tengan cabida todas las obras y para eso hay que darles valores, orden y clasificación.
Autor: Jesús Aguayo Linares, graduado en Historia del Arte por la Universidad de Córdoba