El molino de Dedham, John Constable.

Queremos en este comentario, hablarles de un paisaje de gran belleza. Se trata de la obra titulada El molino de Dedham, perteneciente al pintor romántico John Constable. Es una obra pictórica realizada en el año 1820 y que reúne elementos variopintos, los cuales le aportan una visión pintoresca.

El molino de Dedham, John Constable, 1820.

Podemos observar como el río aparece por la derecha del cuadro con una luz genial. El pintor inglés, retrata los reflejos propios del rio de una forma tan realista, que pareciera que estuviéramos siendo espectadores presenciales. Vemos reflejados en el río elementos como el molino, la casa colindante o la vela del barco que se atisba al fondo del cuadro.

Detalle reflejo, El molino de Dedham, John Constable, 1820.

Es un reflejo y un retrato del río, de una sensibilidad sublime. Es capaz de captar el color del agua en sus reflejos de más luz y en los lugares más sombríos, sin perder el realismo en el tono de color.

Detalle reflejos, El molino de Dedham, John Constable, 1820.

Es una visión cristalina, es como si se mimetizara la orilla del río con el propio río. Podemos ver como el verdor del paisaje propio de la ribera, aparece también reflejado, uniendo y conectando las dos visiones, la real y la reflejada. Más allá del color y la luz, el río también muestra detalles que aportan una visión casi con carácter de instantánea fotográfica. Constable ha captado con su pincel unos pájaros, los cuales sobrevuelan el río e incluso llegan a tocar el agua.

Detalle pájaros, El molino de Dedham, John Constable, 1820.

También existen otros elementos destacables en la obra. Es equiparable la visión de tanta de calidad del río, a la visión reflejada en el cielo. Constable aporta en el cielo una representación en la que destaca la forma en la que retrata la nubosidad, ya que refleja perfectamente la visión de un cielo británico. Este porta una nubosidad con unos colores y una textura pictórica, propia del momento que ha dejado de llover y quiere aparecer el cielo azul.

Detalle cielo, El molino de Dedham, John Constable, 1820.

Esto nos dice que Constable tuvo la sensibilidad para elegir ese momento, el cual se mezcla entre la belleza, el orgullo y la melancolía que provoca una visión así. Una visión tan británica, que el que la ha vivido, siente que el pintor ha acertado de lleno en el carácter de la visión que nos refleja. Podemos observar como es retratado un paisaje propio de Inglaterra, un paisaje tan verde, con una naturaleza de gran belleza. Claramente te puede transportar a cualquier valle británico, en el cual cantan los pájaros y las ardillas y conejos corretean.

Detalle naturaleza, El molino de Dedham, John Constable, 1820.

Además de su meteorología, se representa una vista en la que podemos reconocer una arquitectura histórica y típica de Dedham. Concretamente la Catedral de Dedham, la cual irrumpe en el paisaje con una de sus torres.

Catedral de Dedham, El molino de Dedham, John Constable, 1820.

Con esta inclusión de arquitectura histórica, además de aportar belleza, es un elemento que ensalza y deja patente que se trata de una visión romántica. Podemos observar en esta obra pictórica, otros detalles reseñables. Concretamente aparecen varias embarcaciones, una de ellas en primer plano.

Detalle embarcación, El molino de Dedham, John Constable, 1820.

Otro de los casos, es la inclusión de una presa, la cual era la encargada de distribuir el agua. Así mismo, podemos observar un camino a lo largo de la ribera del río.

Detalle presa, El molino de Dedham, John Constable, 1820.

Así mismo, se pueden ver representados, tanto personas, las cuales aparecen trabajando en la presa o cercanas al molino, como animales los cuales aparecen pastando en la verde hierba.

Detalle trabajador, El molino de Dedham, John Constable, 1820.
Detalle animales, El molino de Dedham, John Constable, 1820.
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