La Escuela de Atenas de Rafael Sanzio, un canto a la filosofía.

La pintura de Rafael Sanzio titulada como La Escuela de Atenas, se realiza entre los años 1509 y 1512. Esta obra se trata posiblemente de la más famosa de la producción del pintor italiano, alcanzando un grado altísimo de calidad. Cuando el espectador contempla el fresco en la Estancia de la Signatura queda impresionado y se introduce en el mundo de los clásicos, ya que La Escuela de Atenas simboliza la Filosofía en su más alto exponente.

La Escuela de Atenas, Rafael Sanzio, 1509-1512.

El maestro italiano ha introducido la escena en un ambiente de inspiración clásica. La basílica romana y por consiguiente la basílica de inspiración renacentista, son los dos exponentes que inspiran el marco de la escena. Posiblemente, Rafael en esta obra se inspire en los proyectos de Bramante que realizó para la basílica vaticana, queriéndonos transmitir una idea idílica del templo de la Filosofía. Por lo tanto, La Escuela de Atenas se convierte en el lugar sagrado donde albergar a los más grandes dela filosofía.

Los filósofos se localizan y enmarcan en un graderío, el cual los alberga, formando así diversos grupos. Estos grupos están representados y encabezados por los dos grandes de la filosofía clásica, Platón y Aristóteles. En primer lugar os hablaremos de Platón el cual aparece levantando el dedo y sosteniendo el Timeo. El Timeo es una obra de diálogos del filosofo. Obra que se centra en tres aspectos el cosmogónico, el físico y el antropológico. Como representante del segundo grupo, podemos ver al otro genio de la filosofía, Aristóteles. Este aparece prolongando su brazo hacia adelante mostrando la palma de la mano vuelta hacia el espectador. Aristóteles también porta una obra suya, concretamente la Ética. Con este gesto, Rafael Sanzio quiere representar las dos doctrinas filosóficas más importantes del mundo griego: El idealismo y el realismo.

Platón y Aristóteles, La Escuela de Atenas, Rafael Sanzio, 1509-1512.

Podemos ver a Aristóteles y a Platón dialogando, y estos avanzan ante los demás filósofos que forman un pasillo. En esta especie de pasillo aparecen grandes e ilustres de nuestra filosofía. A la izquierda, encontramos a Sócrates debatiendo con un grupo de jóvenes.

Sócrates, La Escuela de Atenas, Rafael Sanzio, 1509-1512.

Así mismo, en primer plano aparece Zenón cerca de un libro sostenido por un niño, concretamente el que está leyendo es Epicuro.

Zenon y Epicuro, La Escuela de Atenas, Rafael Sanzio, 1509-1512.

Otro de los personajes importantes, es el que aparece sobre la escalinata, donde situamos a Heráclito, el cual está tomando la efigie de Miguel Ángel como modelo. Quizás queriendo hacer Rafael un homenaje a la realización de la Capilla Sixtina.

Heráclito, La Escuela de Atenas, Rafael Sanzio, 1509-1512.

Otro de los filósofos que aparecen es Diógenes, el cual está recostado sobre las escaleras.

Diógenes, La Escuela de Atenas, Rafael Sanzio, 1509-1512.

A la derecha, podemos encontrar a Euclides, el cual aparece junto a sus discípulos y estos están midiendo con un compás. También en esta parte derecha, podemos encontrar a Zoroastro y Ptolomeo, los cuales portan la esfera celeste y el globo terráqueo respectivamente. Según los estudiosos, en esta zona de la obra, Rafael ha querido representar las disciplinas que componían el Trivium y Quadrivium.

Euclides, Zorotastro y Ptolomeo, La Escuela de Atenas, Rafael Sanzio, 1509-1512.

El pintor italiano, distribuye los distintos grupos de filósofos, de manera que se ubican de forma simétrica, dejando así un espacio central vacío donde contemplar mejor a los protagonistas. Estos aparecen localizados ante un fondo protagonizado por la basílica y como último elemento una apertura celeste. La escena está iluminada por un importante foco de luz que nos resalta la monumentalidad de la basílica.

Detalle fondo, La Escuela de Atenas, Rafael Sanzio, 1509-1512.

Otros detalles que podemos observar, es la colocación en las paredes de algunas estatuas de las deidades de Apolo y Minerva.

Apolo, La Escuela de Atenas, Rafael Sanzio, 1509-1512.

Así mismo, vemos como destacan las bóvedas de casetones y los espacios abiertos que dominan el edificio. Estos aspectos, crean una perspectiva única. En relación a los gestos, las expresiones o los movimientos de los personajes, Rafael quiere transmitirnos los caracteres que portan. Por otro lado, los colores son muy variados, utilizando tonalidades con las que se refuerza la personalidad de los personajes. Por último, debemos decir que Rafael Sanzio con esta obra, consigue toda una obra maestra en la que se nos tele transporta perfectamente a un imaginario que nos permite hacer una oda a la filosofía, y además, aprender sobre ellos gracias a los detalles que portan.

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