Júpiter e Io, representando el mito.

Io era hija de Ínaco y doncella de Argos. Esta doncella sirvió de sacerdotisa para la Diosa Hera, que a su vez era amante de Júpiter. Según nos cuenta el mito, Ínaco se vió obligado a expulsar a su propia hija para que así su familia no fuera fulminada por un rayo de Júpiter. Sabemos que Ínaco renegó de su hija por un tiempo, pero no pudo aguantar su falta y finalmente mandó buscarla. Fueron varios intentos de búsqueda, pero todos eran fallidos por diversas circunstancias.

Io por otro lado estuvo entregada a Júpiter como amante y esto supuso el ataque de celos de la Diosa Hera. Para protegerla de esa poderosa Diosa, Júpiter hizo convertir a Io en una ternera y que fuera protegida por Argos Panoptes. Por la intromisión de Hera, fue imposible su salvación. Manténiendose así hasta que Júpiter mandó a Hermes, el cual consiguió matar a su guardián pero no recuperarla, debido a que Hera le puso una sustancia que la martirizaba y la hacía correr sin parar. Esto la hizo viajar por diferentes lugares, donde conoció a Prometeo y algunos lugares de África hasta que pudo descansar de su viaje y ser devuelta a Júpiter. Tras volver tuvo un hijo con él llamado Épafo. Su desgracia no acabó ahÍ, ya que al nacer fue arrebatado por Hera.

Podemos enumerar algunas representaciones de importantes pintores sobre este mito. Es el caso de Correggio, el cual tiene una de las pinturas mas representativas de este mito y de mayor calidad. Otra de las representaciones destacadas es la realizada por Ambrogio Figio, la cual porta una representación mas manierista.

Júpiter e Io, Ambrosio Figino, 1599, Galería de pintura Malaspina.

Las siguientes dos escenas son realizadas por un mismo pintor. Se trata de Correggio, pintor italiano perteneciente al Renacimiento italiano. Este autor transmite los cánones de su estilo renacentista a la hora de pintar. Vemos figuras un tanto apolíneas en los cuerpos, ya que se tratan de cuerpos desnudos. Así mismo son dos figuras femeninas de carácter sensual. En ellas encontramos un juego con los ropajes que son un elemento importante en las dos representaciones de Correggio. Así mismo la forma de poner las extremidades es muy parecida en las dos, ya que parece que pesan demasiado, están como dormidas en las escenas. En las dos escenas vemos como Jupiter deja anonadada a Io, pareciendo que la posee. Se crea una imagen que parece situada entre el mundo real y de los dioses. También existe una especie de conversación entre las dos partes, en el sentido que exite contacto; sobre todo entre los cuerpos que se unen a través de un beso o una especie de caricia.

Otra de las obras que podemos encontrar de la representación del mito, son las realizadas por Andrea Schiavone, Pieter Lastman y John Hoppner.

Vemos en las siguientes representaciones del mito de Júpiter e Io, como se trata de obras más manieristas. Una de ellas fue realizada por Ambrogio Figino. Este pintor tiene un carácter de finales del siglo XVI con características muy rafaelescas, por lo tanto, manierista. Tanto por la forma de pintar, como las formas que vemos representadas, en esta vemos la escena del mito en la que Júpiter convierte a Io en una ternera para que Hera no se diera cuenta de su romance. Es curiosa la imagen, ya que vemos como Júpiter observa fijamente a Hera mientras toca con su mano a la ternera. La segunda representación es algo más tardía. Se trata de una representación de menos calidad y pertenece al siglo XVI. En esta también se representa la misma temática que la anterior. Júpiter se ve obligado a convertir a Io en ternera. Se trata de una obra con una perspectiva menos rica, pero no es mala del todo. Crea una perspectiva mas renacentista. Esta misma escena y temática la vemos en la representación de Schiavone.

La última obra de la que os hablaremos en la realizada por Pieter Lastman. Se trata de un pintor barroco holandés, el cual sigue el estilo un tanto tenebrista. Vemos una perspectiva con un punto de fuga a la derecha. Así mismo, observamos la escena en la que Hermes intenta arrebatar a Io de las manos de Argos el cual intenta retenerla. Hermes se representa en la esquina derecha y observamos como viene volando. Se representan cuerpos desnudos en los dos casos y podemos hacer alusión a temas que dan un caracter un tanto sexual,  además del marcado tema mitológico, pero los que encargaban las obras también tenían un cierto interés erótico que se reflejaba en estos temas.

Juno descubriendo a Jupiter con Io, Pieter Lastman, 1618, National Gallery.

 

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